Alvaro Aragón Ayala.
Fundado para proteger a los intereses de la oligarquía económica de Sinaloa, la editorial NOROESTE cerró sus puertas, en clara práctica antidemocrática, al pluralismo informativo; entre sus antecedentes está el haber respaldado informativamente a los candidatos del PAN en todos los procesos electorales registrados y distinguirse como enemigo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque reducido casi a la nada, actualmente NOROESTE juega en Sinaloa un papel ínfimo, pero clave, como opositor a los planes sucesorios del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es una especie de “barrera de contención” informativa para intentar impedir el crecimiento de los gobiernos de Morena. Por su línea editorial antidemocrática, el diario ya perdió credibilidad y cayó en quiebra.
En el mercado de lectores NOROESTE ocupa un lugar menor, mínimo, casi imperceptible, rebasado por El Debate, el Sol de Sinaloa y múltiples plataformas digitales. Se distingue porque años atrás emprendió una persecución, que continúa hasta estos días, contra un grupo de periodistas de Proyecto 3 y de otros sitios electrónicos que revelaron las entrañas de la casa editorial y la manera inhumana y antilaboral con que se trata a los trabajadores del periódico.
NOROESTE fue fundado por Manuel -Maquío- Clouthier del Rincón, quien fuera candidato presidencial en 1988 del Partido Acción Nacional. Actualmente el soporte ideológico del diario es su copropietario Manuel Clouthier Carrillo, quien ya fue diputado federal independiente y candidato fallido al Senado de la República. Pero insiste: su proyecto es convertirse en Senador y en gobernador de Sinaloa.
Después de permanecer alejado por algunos años del Acción Nacional, en febrero el copropietario de NOROESTE hizo su aparición pública al lado de Marko Cortez, presidente nacional del PAN, al que se incorporó por la vía de la integración a una comisión que elabora un programa de gobierno 2024-2030, en el que participan políticos, la Fundación Rafael Preciado y sociedad civil, y que pretende acabar con todo vestigio de Morena.
En las elecciones del 2018, NOROESTE tuvo un rol protagónico en la elección presidencial. El impreso y la plataforma digital del diario formaron parte, por el contenido de sus “noticias”, de una conspiración informativa contra Andrés Manuel López Obrador, quien fuera candidato de Morena. La asonada fue calificada como “Operación Berlín”.
En el 2021, en Sinaloa, NOROESTE atacó con furia al candidato de Morena-PAS, Rubén Rocha Moya, y junto con otras plataformas digitales, difundieron, como si se tratara de verdad plena, la versión de que en la campaña el morenista estaba recibiendo dinero del narcotráfico. La versión fue secundada y reforzada por Manuel Clouhier Carrillo.
En el proceso electoral que viene los planes de NOROESTE son muy claros: trata de sacar del medio periodístico, calificándolo de difamador y calumniador, al grupo de comunicadores que en el 2018 y el 2021 se identificó con Morena y sus candidatos y que publicaron que Manuel Clouthier no les pagaba a sus trabajadores y revelaron que en 1974 el ejército mexicano encontró 272 toneladas mariguana en una de las bodegas de su padre, El Maquío.
Como ideólogo y como el personaje que marca la línea “editorial”, el que decide a quien atacar y a quien no, Manuel Clouthier tiene programado, al arrancar el proceso electoral 2023-2024, volver a usar a NOROESTE como instrumento de ataque en contra del futuro candidato presidencial de Morena y del gobernador Rubén Rocha Moya y apoyar al candidato del PRI-PAN-PRD y a los abanderados de esa alianza a los cargos de alcaldes, diputados locales y federales y a los aspirantes al Senado de la República.