Alvaro Aragón Ayala
Debido a que las familias de Los Mochis desconocen los riesgos de “ser gaseados” con la construcción de la planta de amoniaco, indígenas e integrantes del colectivo ¡Aquí No! salieron el domingo a las calles para concientizar a la población sobre los peligros que enfrentan con la pretendida construcción de la industria en la zona de la bahía de Ohuira-Santa María-Topolobampo.
De acuerdo a un estudio técnico, la planta de amoniaco convertiría a Los Mochis y a comunidades aledañas en una especie de “cámara de gases al cielo abierto”, en algo así como un campo de concentración nazi sobre el que pendería la amenaza de un “gaseo colectivo” y provocar una matanza masiva por envenenamiento.
La construcción de la industria está “detenida” por una batería de amparos que demuestran las irregularidades flagrantes a las normas ambientales nacionales e internacionales. En caso de que se logre la construcción de la factoría, todas las familias que viven adentro del “perímetro de toxicidad” corren riesgos fatales.
Efectivamente, en caso de una fuga del gas-fertilizante, los frecuentes vientos que corren del sistema lagunar Ohuira-Santa-María-Topolobampo arrastrarían las “nubes” de amoniaco hasta llegar a Los Mochis, obligando a una evacuación inmediata para evitar fallecimientos por intoxicación. En caso de un cambio en la dirección de los aires o ventarrones, quedarían expuestas miles de familias del municipio de Ahome.
Los manifestantes partieron de la plaza Solidaridad, ubicada en Rosendo G. Castro y Santos Degollado, doblaron en la calle Miguel Hidalgo al poniente y en la Gabriel Leyva y viraron hacia el sur llegando al tianguis dominical del PRI, en donde volantearon.
Durante la marcha los marchantes gritaron consignas contra la filial mexicana de la alemana Proman, Gas y Petroquímica de Occidente. Felipe Valenzuela Montaño, cobanero de O huira, dijo que la protesta es pacífica y reivindicatoria del no a la planta de amoniaco y calificó como una farsa la consulta indígena que realiza la Federación ya que pasa por alto los protocolos de los pueblos originarios.
El Consejo de Ecología, Presur A.C, y la Federación de Cooperativas Pesqueras “Pescadores Siglo 21”, difundieron un documento técnico con consideraciones que prenden los “focos” de alarma por el proyecto de construcción de la planta de amoniaco.
Las organizaciones exponen que la dispersión de amoniaco durante cinco minutos, por la ruptura de un ducto, podría tener afectaciones letales inmediatas a 15.5 kilómetros a la redonda, pero la zona de toxicidad alcanzaría hasta a 400 mil personas, pues se extiende hasta la ciudad de Los Mochis.