Álvaro Aragón Ayala.
En su gira por Los Mochis, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, destiló experiencia en el tejemaneje diplomático y político en los encuentros que sostuvo con la clase política agilizando el apoyo y la cortesía política al gobernador Rubén Rocha Moya y saludando y reconociendo públicamente como su amigo a Héctor Melesio Cuén Ojeda, delegado en Sinaloa de “Sigue López” y líder moral del Partido Sinaloense.
Los discursos cortos, claros y contundentes, de López Hernández ofrecieron la certeza de su capacidad y pericia en la ciencia política e irradiaron la seguridad en la conducción del quehacer gubernamental bajo su responsabilidad. El retrato político del secretario de Gobernación refleja la de un funcionario público con amplia trayectoria y la preparación suficiente para suceder en el cargo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
El secretario de Gobernación acudió en una primera instancia a la entrega de tarjetas del Bienestar a discapacitados; en segunda, al primer informe legislativo, insustancial, de la diputada federal Ana Elizabeth Ayala Leyva, empequeñecida ante lo que ella misma llamó “peces gordos” de la política y reñida con grupos morenistas de alto calado en el Distrito Electoral Federal 02. Por la tarde cenó con un grupo de empresarios.
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Los trascendental de la estancia de Adán Augusto López radicó en decodificación de su discurso y el trato preferencial dado al gobernador Rubén Rocha y a Cuén Ojeda. De Rocha recalcó que era el mejor gobernador del país y a Cuén lo apapachó, lo nombró en público como su amigo y lo respaldo en la responsabilidad de conducir los trabajos para que siga la Cuarta Transformación en Sinaloa y México.