Alvaro Aragón Ayala.
Diputados de Morena del Congreso Local pusieron en marcha el proyecto de destrucción de la Universidad Autónoma de Sinaloa como primera fase para el apoderamiento y secuestro morenista de la institución, plan que tiene como propósito una barbaridad: demolerla para después sacarla de sus escombros a fin de regresarla al pasado reconstruyendo la vieja Universidad, aquella del modelo anti-educativo que alentaba el anarquismo en los campus del alma mater.
Los legisladores, algunos de ellos jubilados de la UAS, fueron orientados por Feliciano Castro Meléndrez para arremeter contra la Casa Rosalina construyendo escenarios falsos, mentiras completas y medias verdades; el presidente de la JuCoPO instruyó el ingreso al Congreso Local de iniciativas externas para la reforma de la Ley Orgánica del alma mater respaldándose en la legaloide e inconstitucional Ley de Educación Superior del Estado, confeccionada para desestabilizar y tomar por asalto la institución de enseñanza superior.
La Ley estatal de marras, violatoria a la Constitución y a la Ley General de Educación Superior, contiene instrumentos ilegales y arbitrarios para irrumpir en la vida interna de la institución de enseñanza superior, violando su autonomía y su gobierno con mecanismos intrusivos con los que, a la vez, se pretende elaborar una Ley Orgánica Externa o Foránea que permita devastar a la máxima casa de estudios y regresarla a la era del populismo universitario en la elección del rector y directores de planteles educativos.
Feliciano Castro Meléndrez aleccionó a un grupúsculo de jubilados y de conocidos “porros” uaseños para que, al margen de la comunidad uaseña y sin el aval del Consejo Universitario, metan al Congreso Local propuestas de reformas a la Ley Orgánica de la UAS, bastión jurídico que blinda a la institución de los apetitos de reducidos grupos externos que por varios lustros han intentado apoderarse del alma mater. La actual Ley Orgánica universitaria es un estorbo para políticos morenistas y jubilados uaseños convertidos en diputados de la 4T.
Las iniciativas propuestas al Congreso por prestanombres de Feliciano Castro Meléndrez auspician la violación de la autonomía universitaria, pero son tan descabelladas que plantean que los jubilados participen en la vida interna de la UAS, como si fueran trabajadores en activo con derecho a ser ungidos autoridades; piden también, de aprobarse las iniciativas, olvidarse de la no retroactividad de la ley y que en un plazo de 45 días el Poder Legislativo imponga un Rector Interino y lance una citación para la elección del nuevo Rector; demandan, también, la destitución de autoridades en las preparatorias, escuelas y facultades y convocar a elecciones “populares”.
Con la presión de las iniciativas de Feliciano, la campaña de difamación y la construcción de encuestas patito que validan los planes del Congreso, el segundo paso para el desmantelamiento de la UAS es, ahora sí, convocar, desde el exterior de la UAS, a la elaboración de una Ley Orgánica Foránea moldeada a gusto y capricho de los diputados de Morena comandados por el presidente de la JuCoPo.
En todas las acciones emprendidas por el Congreso, unas ya en proceso y otras con carácter de planes, descuella el atentado a la autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa bajo el amparo de la Ley de Educación Superior del Estado, bodrio plagado de ilegalidades, irregularidades e inconsistencias. La Ley se construyó para destruir a la UAS y concretizar el maquiavélico plan de reconstruir sobre sus escombros la vieja UAS rechazada tradicionalmente por la sociedad y los sectores productivos de Sinaloa.