Jaziel Trasviña Osorio
El fin de semana que expiró al puro estilo de la 4T se celebró un encuentro con rostro de pachanga política en la zona serrana donde convergen los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, llamado Triángulo Dorado, compuesto por diez municipios pertenecientes a los tres estados, zona que se ha convertido en un reiterativo punto de visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estados Unidos comenzó a llamar a la zona así: a finales de los años 70, así, Triángulo Dorado, en sus reportes oficiales sobre el narco. Las autoridades estadounidenses comparan la región con la zona de mayor producción de opio, conformada por Birmania, Laos y Tailandia.
En esta región, ubicada en lo más recóndito de la sierra siempre han imperado dos cosas: El narco y la pobreza. Durante décadas los habitantes de estos lugares han sufrido del abandono gubernamental y vejaciones de las fuerzas armadas y grupos delictivos.
Pero en tantos años de abandono, sin ningún programa social que los tomara en cuenta y con la pobreza extrema cada vez más preocupante; a nadie se le había ocurrido la brillante idea de “transformar” la realidad de la región con un solo acto: cambiarle de nombre.
Una comitiva de diputados encabezados por el diputado Feliciano Castro Meléndrez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, tuvieron la brillante idea estar a tono con López Obrador y agarraron camino rumbo a la sierra con el objetivo de hacer una invitación: cambiarle el nombre a la región de Triángulo Dorado a Triángulo de la Bondad. De la bondad, no del Bienestar.
La región serrana se cimbró: ¡Que suenen las campanas de todos los pueblos!, ¡Que la gente salga a las calles a festejar!, ¡Que los grupos delictivos abandonen inmediatamente la región y clausuren sus millonarios negocios!, porque al diputado Feliciano Castro se le ocurrió una idea de que en esa zona ya no haya más pobreza, no más hambre, no más violencia y que todos abrazados bailen una hermosa melodía en el casi celestial Triángulo de la Bondad.
Esta mafufada, el circo, pero sin pan, es una característica de los “representantes populares” sin pertenencia social, sin escrúpulos, y lo más delicado sin capacidad para revertir la difícil situación de sus representados. Convertidos en payasos de esta carpa, el diputado César Ismael Guerrero Alarcón y la diputada Luz Verónica Avilés Rochín de Sinaloa; de Durango Cristian Alán Jean y de Chihuahua Noel Chávez y David Óscar Castrejón, arribaron a la región agarrados de la mano de Feliciano con un cargamento de buenas intenciones, tráileres de buena voluntad y apoyos basados en los buenos deseos y de mucha saliva.
FRENTE CIVICO NACIONAL ¿Y?
También el fin de semana se realizó la asamblea constitutiva del FRENTE CÍVICO NACIONAL, el cual nace como una opción ciudadana y partidista de cara a la sucesión presidencial próxima. El principal promotor del frente es el oriundo de Juan José Ríos Sinaloa y ex presidente del PRD Nacional Guadalupe Acosta Naranjo, quien logró convocar a personajes como Ricardo Pascoe, Demetrio Sodi, Rosario Guerra, Adriana Dávila, Fernando Belaunzarán, Ernesto Ruffo, Alejandro Zapata, Adrián Alanís, Sonia Ibarra, René Arce, Carlos Navarrete, y Patricia Terrazas.
También Claudia Anaya, Miguel Alonso Raya, Paola Migoya, Ruth Zavaleta, Elpidio Tovar, Laura Esquivel, Federico Reyes Heroles, Ignacio Pinacho, Humberto Aguilar. Además de Emilio Álvarez Icaza y Mariana Moguel.
De la conformación y los integrantes de este frente nace la suspicacia de que todos son personajes relegados por los presidentes nacionales del PRD, PAN y PRI, y que a pesar de estar al cien por ciento con la alianza VA POR MÉXICO integrada por estos tres partidos visualizan que los comités ejecutivos nacionales han sido “secuestrados” y que no les darán juego en la designación de candidaturas de cara la próxima elección.
Surge así el frente como una tribuna para poder opinar y sobre todo como una fuerza electoral que les permita a sus integrantes negociar posiciones electorales.
Como simple dato; en la conformación del FRENTE delegación Sinaloa, estuvieron presentes los priistas Álvaro Ruelas y Mario Zamora. Solo el tiempo dirá si esta asociación será capaz de aglutinar una real opción electoral o simplemente es otra forma de sus integrantes de acceder y perpetuarse a los puestos de poder.