Jaziel Trasviña Osorio
En los últimos días los partidos MORENA y el Partido Sinaloense son los que ocupan los encabezados de los medios de comunicación locales y nacionales; la intensa actividad de sus principales figuras ha llamado la atención de la ciudadanía y de la prensa. Para bien o para mal, estos dos partidos marcan la agenda política en el estado de Sinaloa.
Desde la salida del cargo del hoy ex secretario de salud Héctor Melesio Cuén del gabinete del gobernador Rubén Rocha, mucho se especuló sobre la ruptura entre estos dos políticos; inclusive muchas voces alentaron ese aparente distanciamiento y celebraron lo que para ellos era una abrupta ruptura entre estos dos partidos y sus líderes.
La historia es por todos conocida y hoy más que nunca se percibe un ambiente de colaboración entre el partido del presidente y el de Cuén Ojeda, cuando menos a nivel nacional que es donde realmente cuentan y valen las decisiones tomadas.
Sin embargo, los demás partidos nacionales aun no encuentran su identidad y postura después del tsunami electoral del 2018.
EL PRI, ENTRE SER OPOSICIÓN Y PALERO
El ya de por si maltrecho partido revolucionario institucional, fue casi sepultado en Sinaloa después de que su mayor figura, el ex gobernador Quirino Ordaz Coppel entregara la “plaza” y traicionara al partido para unirse a Morena.
Los pocos priistas de renombre que quedan, algunos en el congreso del estado, alcaldías y puestos de segundo nivel; no encuentran entre tapar las tropelías del hoy embajador en España o ser una real oposición y llamar a cuentas al corrupto régimen pasado y sus funcionarios.
Los vestigios de lo que fue el poderoso priismo sinaloense, se disputa entre personajes como Mario Zamora, Álvaro Ruelas o Marcos Osuna; por el lado de las mujeres recientemente la que levantó la mano fue Nora Arellano. Estos personajes solo gozan de glorias pasadas y no tienen un peso específico actual en el escenario político Sinaloense.
Tal es el grado de la pérdida de identidad de los tricolores, que en la asamblea constitutiva del frente cívico nacional delegación Sinaloa encabezado por el ex perredista Guadalupe Acosta Naranjo, estuvieron presentes Mario Zamora y Álvaro Ruelas.
PAN y PRD, A RENTAR LAS SIGLAS
Los partidos acción nacional y de la revolución democrática, han perdido casi en su totalidad la estructura partidista que les permitiría ser siquiera competitivos en un proceso electoral.
Ambos institutos políticos se aferran al llamado voto duro que cada vez es menor y más disperso; por el contrario, estos dos históricos partidos se encuentran “secuestrados” por los comités directivos estatales y una cúpula de dirigentes, quienes utilizan las prerrogativas y los recursos otorgados por el instituto electoral para todo, menos para la mejoría y crecimiento del partido.
La única apuesta real que les queda a estos partidos, es la “renta” de sus siglas para una virtual alianza denominada VA POR MÉXICO, ir cuatro o cinco partidos coaligados dando la impresión de una fuerza electoral que dista mucho de la que se tuvo en antaño.
