Richard Lizárraga Peiro
A doce meses y 14 días de iniciada la administración estatal de Rubén Rocha Moya, el Centro Empresarial de Sinaloa (Coparmex) reveló sus “inquietudes” en torno al proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación, el cual no se está cristalizando al gusto de los socios del organismo empresarial.
Martha Elena Reyes Zazueta, vicepresidente de Coparmex Sinaloa consideró que son varios y muy evidentes los signos de estancamiento en los principales temas que incumben a todos los ciudadanos y dijo que no perciben mejoras en los indicadores de prosperidad y de calidad de vida en el estado.
Detalló que en primer lugar está el tema de seguridad pública, dónde los datos oficiales indican que hay una disminución en delitos, sin embargo, no es suficiente.
En materia de desarrollo económico, Guillermo Gastélum Bon Bustamante, presidente del Centro dijo que se hacen muchos pronunciamientos y se presumen inversiones productivas, pero no se ven materializadas.
Precisó que Javier Gaxiola Coppel se ha enfocado en una estrategia de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, con un programa de autoempleo y apoyos de 25 mil pesos, pero no son a fondo perdido, sino que se trata de préstamos con tasa de interés “preferencial”. Eso sólo da como resultado un crecimiento económico mediocre y la ausencia de empleos de calidad, aseguró.
En transparencia y rendición de cuentas, dijo que a través de Iniciativa Sinaloa observaron que el índice de transparencia de obras públicas está en un nivel de cumplimiento menor al 8 por ciento de las obligaciones específicas en la Ley.
Para Gastélum Bon, el gobernador se ha desenfocado y está desviando tiempo y recursos en desaciertos políticos, así como la incorporación y salida de funcionarios en su gabinete en vez de enfocarse en las tareas prioritarias del gobierno.
En este sentido, el directivo del Centro Empresarial de Sinaloa calificó el inicio de gestión como intrascendente, insuficiente, y, sobre todo, carente de rumbo.
Comvocó al gobierno, tomar acciones necesarias para lograr la transformación positiva, con un proyecto de largo plazo que vaya alineado con los esfuerzos sociales como la Ley de planeación que desde hace un año se presentó, pero sigue en el congelador en el Congreso Local.