Alvaro Aragón Ayala.
Sofisma significa “argumento falso o capcioso que se pretende hacer pasar por verdadero”. Los diputados de Morena construyen escenarios falsos, tan falsos que a fuerza de tanto repetir, ellos mismos se los han creído. Cayeron en una ensoñación excesiva. De hecho, sí, sueñan despiertos y requieren de atención psiquiátrica.
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Si se aplican las matemáticas y el razonamiento lógico en torno a la conspiración armada en el Tercer Piso del gobierno estatal y operada por los diputados de Morena contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, el resultado es una deducción universal: a la Casa Rosalina, valga la frase popular, “le han hecho lo que el viento a Juárez” bajo la premisa de que quienes desacreditan se desacreditan y de que las mentiras son rebasadas por la realidad y la actual estabilidad universitaria.
El complot contra la UAS se desató a raíz del rechazo a la Ley de Educación Superior del Estado que viola la Constitución General de la República Mexicana y la Ley General de Educación Superior, que garantizan la autonomía universitaria y que precisan que “cualquier iniciativa o reforma a las leyes orgánicas (de las Universidades Autónomas) deberá contar con el resultado de una consulta previa, libre e informada a su comunidad universitaria, a los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía, y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado”.
La Ley de Educación del Estado de Sinaloa contraviene este precepto constitucional-legal y coloca al Congreso del Estado como el ente encargado de regular, desde el exterior, violando la autonomía de las Universidades, las consultas para elaborar nuevas leyes universitarias o reformar a las Leyes Orgánicas vigentes de las tres Universidades autónomas de Sinaloa. Con la ley estatal los diputados de Morena intentan tomar por asalto y secuestrar al Alma Mater.
LA AGITACION MORENISTA
Aplicando las matemáticas se llega a la conclusión de que la conspiración contra la UAS es altamente mediática, basada en el borlote informativo, en mentiras sobrepuestas, falacias colocadas una encima del otra que al ser difundidas en redes digitales y periódicos intentan generar un escenario que no contrasta con la realidad.
Veamos: La UAS cuenta con 110 planteles de preparatorias, incluyendo las extensiones; 100 planteles de educación superior, en los que se imparten más de 110 carreras profesionales y maestrías y doctorados. Cuenta con más de 170 mil alumnos.
Diputados de Morena apoyados por un maestro afiliado a ese partido, conocido por sus aspiraciones por convertirse en candidato a diputado, José Arturo Nevárez, agitó a dos grupos de alumnos de la Facultad de Piscología –no más de 60 alumnos- para que se manifestaran por la “liberación” de la UAS con el propósito de crear un escenario catastrófico en la Casa Rosalina.
Logró mover, entonces, a no más de 60 estudiantes de dos grupos. En esa Facultad hay 30 grupos entre mañana y tarde (turno mixto), en los que están matriculados 2 mil 600 alumnos en el turno matutino y vespertino. Aunque el “movimiento” de agitación fue mínimo, muy reducido, los medios de comunicación lo difundieron y lo “analizaron” como se tratara de una inconformidad estudiantil generalizada en la UAS. Montaron, pues, una gran farsa.
La CONTU, REJUP, CUMex y ANUIES
La Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, que agrupa a más de 75 sindicatos de universidades públicas de todo el país, en voz de su dirigente, Enrique Levet Gorzope, precisó que la Ley de Educación Superior de Sinaloa viola la autonomía universitaria y convocó a los trabajadores a armar un bloque nacional en defensa de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
El MC Jorge Cano Herrera Lizano, abogado general de la Red Jurídica de Universidades Públicas de México (REJUP), que aglutina a abogados generales de cuando menos 20 universidades del país, difundió un posicionamiento legal, público, en el que señala que la Ley de Educación Superior de Sinaloa vulnera el principio de autonomía y expresó su solidaridad con la UAS.
El Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex), integrado por las instituciones con los más altos índices de desempeño y del cual forma parte la Universidad Autónoma de Sinaloa, por medio de su presidente Arturo Salgado González, emitió un posicionamiento legal en el que sostuvo que la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa viola directamente la autonomía.
El doctor Luis Armando González Placencia, secretario general Ejecutivo de la ANUIES, organismo conformado por 211 universidades e instituciones de educación superior, sostuvo también que la Ley Superior del Estado de Sinaloa viola la autonomía universitaria y contiene preceptos jurídicos aberrantes con los que se pretende postrar a los caprichos de los diputados del Congreso Local a las autoridades de las Universidades Públicas autónomas de Sinaloa.
EL PESO DEL RECHAZO
En la línea del razonamiento lógico es clave analizar el peso de los organismos nacionales universitarios, a los que están afiliados rectores y especialistas en derecho universitario, constitucionalistas, quienes han uniformado su rechazo a la Ley de Educación Superior del Estado, llegando a la conclusión de que, en efecto, dicha ley si viola la autonomía de las casas de estudio.
Con la aplicación de las matemáticas se saca en conclusión de que sobre la UAS se montó una conspiración mediática, periodística, cuyo propósito es crear un escenario falso para aparentar que es en el interior de la Universidad, no en el exterior, donde se exige la aplicación de la Ley de Educación Superior del Estado y de donde viene la demanda de reforma a la Ley Orgánica uaseña.
En el montaje contra la UAS participan diputados de Morena, funcionarios del gobierno estatal, supuestos analistas políticos encargados de darle vuelo a las mentiras y falsos reformistas del cartel de los jubilados, un grupúsculo de ex universitarios que por más de diez años ha intentado frenar el crecimiento de la Casa Rosalina y lucha por que la Universidad regrese al pasado, a la época del desorden y de la anti-academia.