Alvaro Aragón Ayala
Tatiana Clouthier Carrillo, una de las hijas de El Maquío, se coló por la “izquierda de los ricos” y se brincó las trancas del gobierno estatal de la Cuarta Transformación, estado al que regresó en su versión de columnista del periódico de su familia, de la élite, Noroeste, a hacer grilla y a sembrar la semilla de su candidatura 2027 al gobierno de Sinaloa, en un trajinar en el que tendrá que lidiar con sus raíces genéticas.
Antes de las decisiones y de los comicios del 2027 estará sin duda la elección del 2024, año en el que deberá alcanzar, si quiere entrar a la competencia estatal, una diputación federal o una senaduría por Morena, y desplazar a Enrique Inzunza Cázarez, Feliciano Castro, y Graciela Domínguez, y otros alfiles del gobernador Rubén Rocha Moya
Tatiana Clouthier estará sin estar en Sinaloa, la tierra de sus acérrimos enemigos, los Coppel, a uno de los cuales, Enrique Coppel Luken, acusó en su libro Juntos Hicimos Historia, y en una serie de conferencias dictadas a todo lo largo y ancho del país de haber financiado lo que llamó la “Operación Berlín”, entramado financiero-periodístico operado para intentar derrumbar la campaña de Andrés Manuel López Obrador.
En Sinaloa, la hija de El Maquío Clouthier tiene una aliada, la presidenta estatal de Morena, Merary Villegas, a quien llama «querida amiga», con quienes entró en simbiosis política pese a sus diferencias sociales y económicas. Tatiana nació en sábanas de seda, en el seno de una familia multimillonaria, y Merary viene de abajo, de una escuela pública. Rubén Rocha, gobernador del estado que Clouthier Carrillo quiere conquistar, es producto del esfuerzo. Tatiana es de discurso y redes sociales
LA NARCOBODEGA DE LOS CLOUTHIER
En su retorno periodístico-electorero a Sinaloa, Tatiana Clouthier se reencontrará con los demonios que persiguen a la familia Clouthier, ocultos para la mayoría de los ciudadanos, pero que son un referente histórico-criminal. La narcobodega de El Palmito, si se ajusta a la lógica/doctrina morenista, merece la reapertura de una investigación especial para llegar al fondo de la “verdad histórica”.
Cuando Tatiana Clouthier frisaba los 10 años y estudiaba en uno de los colegios más caros, siendo procurador general de justicia de la República, Pedro Ojeda Paullada, Manuel Clouthier del Rincón, su padre, se vio envuelto en un escándalo de narcotráfico, que sacudió la opinión pública estatal y nacional. Los Clouthier hicieron lo imposible para que el suceso no fuera publicado por la prensa.
En su informe, la Dirección Federal de Seguridad detalló que en 1974 (MANUEL CLOUTHIER BUSCABA FINANCIAR A LA GUERRILLA ) “en una de las tantas bodegas que posee. en la autopista de Canal Rosales en Culiacán (El Palmito), la Policía Judicial Federal descubrió que ahí se empacaba marihuana y era trasladada a territorio norteamericano en pipas de doble fondo; la cantidad descubierta fue de 272 toneladas”.
Según la Dirección Federal de Seguridad, Clouthier se “zafa del incidente” al argumentar que por sus múltiples inversiones no tenía control de sus administradores, lo que dio como resultado que el suyo resultara culpable y fuera encarcelado solamente durante un mes por el Ministerio Público.
El Maquío fue acusado de latifundista, de poseer no más de 700 hectáreas de riego. La DFS también le adjudicó al político varias empresas, entre ellas Empaques San Rafael, Autos y Tractores de Culiacán, Llantera Good Year Oxo, Empaques y Papel de México, Arrocera Aurora, Fábrica de Pastas del Noroeste “e infinidad de propiedades que aparecen con diversos nombres que integran en conjunto El Gran Imperio de la Familia Clouthier. Después de la muerte de El Maquío la mayoría de las empresas quebraron o fueron vendidas.
CONTRA LAS DECISIONES DE RÚBEN ROCHA
En su primera irrupción periodística, “después de tantos años estudiando ética”, dice, a Tatiana Clouthier le parece “poco atinada la movida del Gobernador de querer o de buscar salvar al Presidente Municipal mazatleco, porque entonces no parece que tiene el compromiso de una lucha clara y real contra la corrupción, o peor aún, dejaría ver que se repite un proceso como el de Culiacán, en donde lo que se busca es tomar posiciones en las alcaldías para su gente que no ganó en las urnas, un tema más grave aún…”.
“….desde tiempo atrás se venía escuchando que en el municipio de Mazatlán se habían adjudicado unas luminarias que a todas luces tenían un precio más del 300 por ciento del real o del que se puede localizar en el mercado tradicional. Así las cosas, Noroeste sacó a la luz el tema y por lo que entiendo tuvo eco y finalmente y a favor del todo las cosas se movieron para terminar en un juicio político a ‘El Químico’ Benítez”, señala.
“El hecho me dolía, pues me tocó hacer campaña con “El Químico” y consideré que entendía de qué se trataba el reto que nuestro actual Presidente ponía como invitación a quienes le acompañaron (…) me parece poco atinada la movida del Gobernador de querer o de buscar salvar al Presidente Municipal mazatleco, porque entonces no parece que tiene el compromiso de una lucha clara y real contra la corrupción, o peor aún, dejaría ver que se repite un proceso como el de Culiacán, en donde lo que se busca es tomar posiciones en las alcaldías para su gente que no ganó en las urnas, un tema más grave aún. No obstante, no juzgo por adelantado y espero que el tiempo ponga las cosas en su lugar”, expone.
El CAPÍTULO DE LA UAS
Como el asunto es “hacer grilla” y entrar a la dinámica del ruido mediático, Tatiana Clouthier, expulsada del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, ofrece la lectura de su desconocimiento total del uso del presupuesto de la UAS (DESDE AFUERA, MORENISTAS “DEVORAN” EL PRESUPUESTO DE LA UAS ) y plantea una hipótesis garrafal para quedar bien con quienes pretender que la universidad retome el sendero del caos.
En un interesante artículo, Richard Lizárraga Peiro plantea que una radiografía contable-administrativa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Secretaría de Educación Pública en torno a la aplicación de los recursos de la Universidad Autónoma de Sinaloa revela que anualmente 2 mil 57 millones 262 mil 34 pesos netos, de un presupuesto total de poco más de 6 mil millones de pesos, son “devorados” o “arrancados” de la institución por el flujo de la “jubilación dinámica”, por trabajadores en retiro, no activos, 80 por ciento de ellos militantes de Morena.
De los 5 mil 363 jubilados que “devoran” el presupuesto universitario, el 80 por ciento son militantes de Morena y destacan entre ellos diputados locales, regidores, funcionarios municipales y estatales. Todos tienen un denominador en común: cobran su pensión en la UAS y en el IMSS, además de que se niegan a formar parte de un Fondo o Fideicomiso Pro-Jubilación. Los jubilados del PRI, PAN, PRD y PAS muestran disposición para crear un instrumento financiero que ayude a la UAS a pagar el costo de las llamadas “jubilaciones dinámicas”, no así los morenistas.
La SHyCP y la SEP no reconocen el contrato colectivo de trabajo que obliga a la UAS a pagar las jubilaciones a los universitarios en edad de retiro, incluidos en la lista de pensionados del IMSS. El gobierno federal no suma recursos al presupuesto anual de la Casa Rosalina para el pago de la pensión universitaria ya que considera que no es institución creada para cubrir este tipo de beneficios de retiro y porque los universitarios no cotizan para recibir esta prestación y sí aportan al IMSS para gozar de sus pensiones.
